Monday, December 11, 2006

Vergüenza

He de decir que en realidad hay muy pocas cosas que me avergüenzan y hablo por mi persona no por ese tipo de pena ajena que depende de otro, sino más bien por la propia que viene de cosas que hacemos y que nos apena hacer en público, o que otra persona note o sepa de nosotros.

Me averguenzo de alguna vez haber pasado tooooooda una tarde intentando hacer el pasito de Michael Jackson,........ si ese resbaladito pa atrás, y de alguna vez haber tarareado sus canciones.

Me averguenzo de alguna vez haber entrado a la moda de usar mallones con las piernas flacas que tengo.

Me averguenzo de haber usado el fleco estilo flans con botella y media de spray.

Pero también he de confesar que en su momento nada de esto me abochornó sino hasta ahora.

Sin embargo, hay algo que siempre me ha dado mucho verguenza, y es decirle a alguien "Te amo" si, eso si es too much para mi, y hasta ahora a estas alturas NUNCA lo he hecho, aunque lo he oído y no dejo de sentir un poco de culpa por no escupirlo, y que conste que no viene de la mano con no sentirlo porque enamorada si he estado, afortunadamente!!!, pero, como que no sale y no sé porque.

Eso era lo único hasta ahora que realmente me daba pena hacer pero ahora hay otra cosa en la lista y la verdad no me enorgullece nada.

Yo la de Quieres o no quieres, y la de estás o no estás por primera vez, quiere hacer uno de dos, la que no se fijaba en el físico como una determinante, se averguenza al decir que es ahora algo que atrae y mucho en alguien, y que por otra parte la coincidencia en maneras de pensar acerca de la familia, y los valores, todavía me ligan y me hacen extrañar cosas, pero, he de admitir con verguenza y pena que la atracción animal jala, que el sentirse querida muy querida y segura también, y que probablemente no tome una decisión porque en el fondo tengo algo de lo que quiero de ambas partes.

En fin sé que no es lo mejor ni lo más honesto para conmigo, porque con los demás, las cosas si están claras pero, ya hay ultimatum moral, y no puedo seguir dando largas, aunque el instinto me lo grite.